Permite a un joven adulto creyente seguir los pasos de Jesucristo para vivir del Evangelio. El compromiso se vive dentro de la misión de la Iglesia diocesana en lo relacionado con la pastoral para jóvenes y vocacional, con miras a la misión.
Los participantes en “Un año para Dios” se comprometen a trabajar de forma voluntaria, a tiempo completo, para la preparación del Congreso Eucarístico Internacional 2008, en lo relacionado con la pastoral para jóvenes y vocacional (Festival Dina Bélanger, JMJ diocesana, Taizé, etc.)
Los jóvenes adultos son enviados, de dos en dos, para participar en la vida de una comunidad religiosa. Es una oportunidad para experimentar la oración comunitaria y descubrir la espiritualidad de la comunidad que los recibe.
Durante todo el año, los jóvenes de la “Misión Un año para Dios” tienen el privilegio de vivir diferentes tipos de formación: humana, espiritual, patrimonial, litúrgica, etc. Asimismo, se ofrecen fines de semana de reencuentro y tiempos de integración comunitaria.
Jóvenes adultos, muchachos y muchachas, de 18 a 35 años que:
Oficialmente, el proyecto comienza a mediados de septiembre para finalizar a mediados de junio. Sin embargo, es posible vivirlo de enero a diciembre.
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