Jean Vanier, hijo del General Georges Vanier, primer Gobernador General francohablante de Canadá, y de Pauline Archer, nació el 10 de septiembre de 1928 en Ginebra (Suiza), donde su padre ocupaba un cargo en la Sociedad de Naciones.
Cursó la mayor parte de sus estudios en Inglaterra, donde vivió su familia hasta que empezó la guerra 1939-1945. En 1941, los Vanier regresan a Canadá y, al año siguiente, Jean ingresa como cadete en el Colegio de la Marina Real británica; demasiado joven para ser soldado, ayuda a su madre que trabaja en la Cruz Roja. En 1945, ingresa en la Marina canadiense y lo destinan como oficial en el portaaviones Magnificent.
En 1950, abandona esta carrera prometedora para estudiar en el Instituto Católico de París, siendo a la vez miembro, y luego director de una comunidad laica en las cercanías de París, El Agua Viva. Pasa luego un año en la trapa de Bellefontaine, en Francia, un año en una granja y dos años en Fátima. En 1962, tras obtener un doctorado en filosofía, enseña en el St. Michael’s College, en Toronto. Siempre sediento de responder a la llamada de Dios, se reúne en París con el padre Thomas Philippe, dominico, quien fuera su profesor y director espiritual y es en esa época capellán de un centro para deficientes intelectuales en Trosly-Breuil. Jean Vanier se siente entonces llamado a dedicar su vida a ‘los más pequeños’: decide adquirir una casa bastante destartalada en Trosly y, el 5 de agosto de 1964, se instala en ella con Philippe Seux y Raphaël Simi, dos personas que vivían en una institución psiquiátrica: había nacido L’Arche.
La convivencia con Philippe y Raphaël cambia totalmente la vida de Jean: de hombre de acción que tomaba sus decisiones solo, se transforma en persona de escucha. “Al tocar la fragilidad y el sufrimiento de personas que padecían deficiencia intelectual, al recibir su confianza, sentía surgir en mí nuevas fuentes de ternura. Despertaban una parte de mi ser que, hasta entonces, había estado subdesarrollada. Me abrían a otro mundo, el del corazón, de la vulnerabilidad y de la comunión”, diría él.
Para compartir los frutos de su experiencia, Jean Vanier comienza a viajar y nacen entonces otras comunidades como L’Arche en diversos lugares del mundo. En los años 1970, las comunidades de L’Arche se unen para formar la Federación Internacional de Comunidades de L’Arche, que tiene ramificaciones en 34 países, agrupando a 131 comunidades. Además de ser el fundador de L’Arche, Jean Vanier crea, en 1968, Fe y Reparto, en 1971, con Marie-Hélène Mathieu, Fe y Luz y últimamente, Intercordia. Es asimismo autor de numerosos libros; sus escritos se apoyan en la fragilidad humana, la compasión, la reconciliación y la importancia de celebrar juntos nuestra humanidad. A principios de los años 1980, renuncia a su función de responsable de L’Arche y de la Federación Internacional de Comunidades de L’Arche, pero sigue viviendo en Trosly, en uno de los hogares, dedicándose a dar conferencias y a dirigir ejercicios espirituales por todo el mundo, sin dejar de visitar las comunidades de L’Arche.