El Arca de la Nueva Alianza es un objeto simbólico en forma de nave. Es también un trono en el cual está presente el Rey, o sea, Cristo, en la Sagrada Forma colocada en una custodia. Asimismo, es un cofrecito que contiene la Sagrada Escritura que, proclamada en la liturgia, se transforma en presencia de Cristo que habla al mundo.
El nombre, Arca de la Nueva Alianza, tiene su origen en la Biblia. Recuerda la Antigua Alianza: la experiencia espiritual del pueblo de Israel y el pacto concluido con Dios, por mediación de Moisés, en el tiempo del Sinaí. La expresión Nueva Alianza significa la alianza nueva y eterna concluida en Jesucristo, a través del misterio pascual de su muerte y su resurrección, misterio que celebran los cristianos en la Eucaristía.
La Virgen María, madre de Jesús, llevó a Cristo en su seno. Por ello la Iglesia le atribuye el título de Arca de la Alianza, en la oración titulada Letanías de la Virgen María.
La base del Arca de la Nueva Alianza tiene la forma de un barco. Uno puede recordar el arca de Noé, navío construido por orden de Dios. Pero aquí se hace mayor hincapié en la barca de Pedro, apóstol a quien Cristo confió su Iglesia (cf. Juan 1, 42). Desde la Nueva Alianza, la barca, o el navío, simboliza a la Iglesia, pueblo de Dios en marcha, que avanza en el mar en pos de Pedro (cf. Lucas 5, 4). La Iglesia, enviada al mundo en pos de Cristo, anuncia el Evangelio a todas las naciones, mediante la palabra y el testimonio.
Cinco maderas diferentes componen la base del Arca de la Nueva Alianza, simbolizando la universalidad de la Iglesia. Manifiestan que la buena nueva del Evangelio va dirigida a todas las naciones, llamadas a ser sólo UNO en Jesucristo.
En Israel, la nube que recubría el Arca de la Alianza era el signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Para hablar a los israelíes, Dios descendió en el pequeño espacio entre las alas de los serafines, desplegadas sobre la cubierta del arca (cf. Éxodo 25, 21).
El Arca de la Nueva Alianza, en su conjunto, simboliza todo el misterio de Cristo. Ésta es la razón por la cual se representa a los ángeles en adoración.
La cala del Arca de la Nueva Alianza fue concebida para recibir mensajes a su paso: testimonios de compromiso de los cristianos. En el número 14 de su encíclica Dios es Amor, Benedicto XVI destaca que “una Eucaristía que no se traduzca en una práctica concreta del amor está truncada de por sí.” Eucaristía y Misión se llaman constantemente en la reciprocidad.
En Israel, se transportaba el arca de Dios, acompañando la marcha del pueblo de Dios (cf. Nb 10, 33-35). También el Arca de la Nueva Alianza es transportada en una procesión de un lugar de culto a otro, de una iglesia a otra, de una diócesis a otra. Símbolo de la presencia de Dios, desea acompañar el caminar de la Iglesia, pueblo de Dios integrado por creyentes jóvenes y menos jóvenes, que siguen los pasos de Cristo. Asimismo, desea seguir la evolución de la fe en toda persona deseosa de aproximarse al misterio de Cristo. Su simbolismo invita a aquéllos que busquen el agua de la Vida a oír a Jesús cuando dijo a la samaritana: “Si supieras el don de Dios” (Juan 4, 10a).
En la parte superior del Arca de la Nueva Alianza, cuatro iconos de gran formato representan los diversos momentos del misterio pascual:
La Cena del Señor | La Pasión y la muerte de Jesús | La espera de María | La Resurrección del Señor |
Otros cuatro iconos, de pequeño formato, recuerdan la Eucaristía, mesa de la Nueva Alianza, en diferentes aspectos:
La multiplicación de los panes | Las bodas de Caná | El lavado de los pies | Los discípulos de Emaús |
Se pueden descargar una nota detallada de cada uno de los iconos (en francés) y referencias bíblicas. Desarrollado por Fernand Villeneuve, sacerdote, Diócesis de Hearst.
Están a la venta réplicas del Arca de la Nueva Alianza y de los iconos, cuyos representantes son Art 3D, La Procure Ecclésiastique y Éditions de la CECC.
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